Construir fuerza a través del yoga es posible gracias a la variedad de posturas que benefician los principales grupos musculares. El yoga combina el control de la respiración, el enfoque mental y la alineación física para proporcionar un entrenamiento integral de fuerza. Practicar estas posturas no solo mejora la musculatura, sino que también aumenta la resistencia, el equilibrio y la flexibilidad. Adaptar la práctica regularmente ayuda a sentir mayor vitalidad y capacidad física en la vida diaria. Descubre a continuación cómo algunas de las posturas más reconocidas pueden ayudarte a fortalecer el cuerpo y llevar tu bienestar a un nuevo nivel.

Posturas Básicas para Principiantes

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Aunque parece sencilla, la postura de la montaña es fundamental para generar fuerza desde el suelo hasta la coronilla. Esta postura estimula la estabilidad de las piernas, actúa sobre los músculos internos de los muslos y fortalece los tobillos y pies al distribuir el peso uniformemente. Mantener una alineación correcta permite activar también el abdomen y mejorar la postura corporal. A través de la concentración en la respiración profunda y la elevación consciente de la columna, se establecen las bases para obtener fuerza y equilibrio, esenciales tanto para el yoga como para otras actividades diarias. Practicar Tadasana con regularidad ayuda a prevenir lesiones y prepara el cuerpo para posturas más desafiantes.
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La postura de la tabla es uno de los ejercicios de fortaleza más completos dentro del yoga. Aquí se activa la musculatura abdominal profunda, los hombros, brazos y la espalda. Mantener el cuerpo en una línea recta desafía el equilibrio y demanda resistencia controlada, ayudando a mejorar no solo la fuerza física sino también la estabilidad mental. A largo plazo, sostener la postura de la tabla fortalece los músculos del core, vitales para todos los movimientos funcionales y para la protección de la columna vertebral. Este ejercicio es ideal para principiantes porque puede adaptarse en dificultad e incluirse en secuencias dinámicas o estáticas según el nivel de cada practicante.
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Esta postura es ampliamente reconocida por el trabajo simultáneo sobre la fuerza y la flexibilidad. El perro hacia abajo activa brazos, hombros, espalda, glúteos y piernas de manera equilibrada. Al empujar las manos contra el suelo y elevar las caderas, los músculos de la parte superior del cuerpo se fortalecen, mientras que los talones hacia abajo estiran y robustecen los músculos de las piernas. Es una excelente posición para quienes buscan tonificar la parte posterior del cuerpo, mejorar la circulación y preparar los músculos para posturas más avanzadas, todo mientras se alivia la tensión y se estimula la respiración profunda.

Posturas Avanzadas para Fortalecimiento

Postura del Guerrero III (Virabhadrasana III)

Esta postura balancea el cuerpo sobre una sola pierna, lo que implica trabajo intenso de fuerza y estabilidad. Se fortalecen especialmente los músculos de las piernas, los glúteos y el core. Sostener el cuerpo paralelo al suelo mientras se estira la columna genera una conexión entre fuerza y equilibrio, ayudando a mejorar la postura global y la coordinación. Requiere concentración mental y un profundo control respiratorio para evitar la inestabilidad. Practicar la postura del Guerrero III regularmente puede transformar el sentido de equilibrio y proporcionar un estímulo significativo a la musculatura de las piernas y la zona lumbar.

Postura del Cuervo (Bakasana)

La postura del cuervo es una de las primeras asanas de equilibrio sobre brazos que muchos practicantes intentan cuando buscan expandir su fortaleza. Aquí, el peso del cuerpo se sostiene con las manos, desafiando principalmente los músculos de los brazos, hombros y el core. Además de la fuerza, se trabaja la confianza y el coraje, ya que requiere superación del miedo a caer. Mediante la alineación y la activación de la musculatura, Bakasana enseña a distribuir el peso corporal inteligentemente, fortaleciendo las muñecas, los abdominales y perfeccionando la coordinación. Con constancia, se convierte en una excelente herramienta para progresar hacia posturas más complejas.

Postura de la Silla (Utkatasana)

La postura de la silla es ideal para endurecer los músculos de las piernas, glúteos y la espalda baja. El simple hecho de simular estar sentado sin apoyo exige compromiso muscular y concentración mental. Sostener Utkatasana con los brazos elevados fortalece los hombros y activa intensamente el abdomen. Es una posición que puede parecer simple a primera vista, pero al mantenerla por varios segundos se siente el trabajo profundo en cuádriceps, caderas y pies. Es especialmente recomendada para quienes desean poder y resistencia en las extremidades inferiores y una mejora notable en la postura corporal.

Yoga para el Core y la Estabilidad

Postura del Barco (Navasana)

Esta postura es reconocida por su impacto directo en la fuerza abdominal. Sentarse y elevar las piernas formando una “V” activa el core, los flexores de la cadera y la espalda baja. El control necesario para mantener la columna recta y evitar colapsar en los hombros fortalece músculos profundos y superficiales. Navasana no solo es eficaz para tonificar el abdomen sino también para desarrollar resistencia mental, ya que exige concentración y precisión. La práctica continua mejora el equilibrio y la percepción corporal, facilitando el control en otras posturas y movimientos funcionales.

Postura del Puente (Setu Bandhasana)

El puente es una postura restaurativa y fortificante que activa tanto el core como la parte posterior del cuerpo. Al elevar la pelvis del suelo se fortalecen los glúteos, los isquiotibiales y la espalda baja. Mantener el abdomen activo durante la postura ayuda a estabilizar la columna y fomentar la protección de las vértebras lumbares. Esta asana facilita la apertura del pecho y los hombros, a la vez que intensifica el trabajo de soporte abdominal. Es ideal para quienes buscan un entrenamiento completo y seguro del core, mejorando la movilidad de la columna y reduciendo el estrés.

Postura del Delfín (Ardha Pincha Mayurasana)

El delfín es una variación desafiante que trabaja profundamente el core, los hombros y la espalda alta. Sostener el cuerpo sobre los antebrazos mientras se elevan las caderas requiere fuerza y control desde el abdomen y los músculos estabilizadores. Esta postura es excelente para preparar el cuerpo para inversiones más avanzadas al enseñar a usar el core para mantener la alineación y equilibrar el peso. Además, ayuda a mejorar la respiración y la capacidad de concentración, creando una conexión directa entre la fuerza física y la atención plena en la práctica diaria.
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