La flexibilidad es una de las capacidades físicas fundamentales para una vida saludable y activa. El yoga se ha consolidado como una de las disciplinas más efectivas para mejorar la movilidad, aportando beneficios tanto a nivel físico como mental. A través de la práctica regular de posturas seleccionadas, cualquier persona puede aumentar su rango de movimiento, reducir tensiones musculares y mejorar la postura corporal. Este artículo te guiará por distintas posturas de yoga específicas para trabajar y potenciar tu flexibilidad, permitiéndote avanzar en tu práctica de forma segura y consciente, sin importar tu nivel de experiencia.

La importancia de la flexibilidad en yoga

Beneficios fisiológicos de la flexibilidad

Cuando el cuerpo adquiere mayor flexibilidad, los músculos, tendones y articulaciones trabajan de forma más eficiente. El estiramiento suave, característico del yoga, ayuda a disminuir la posibilidad de sufrir lesiones al facilitar movimientos más naturales y menos forzados. Además, los órganos internos también se ven favorecidos por el aumento de la circulación sanguínea, lo que contribuye a una mejor oxigenación y nutrición celular. La práctica constante desencadena una cadena de reacciones positivas en el bienestar físico general.

Flexibilidad y liberación emocional

No es raro que emociones atrapadas se manifiesten en forma de rigidez corporal. El yoga, al trabajar profundamente los tejidos conectivos y musculares, ayuda a liberar bloqueos emocionales. A través de posturas largas y respiración consciente, es posible experimentar sensaciones de alivio y ligereza emocional. Esto no solo repercute en la flexibilidad física, sino también en la mental, logrando una mayor capacidad de adaptación ante los desafíos cotidianos y una mejor gestión del estrés.

Prevenir lesiones mediante la movilidad

Una de las ventajas principales de mejorar la flexibilidad a través del yoga es la reducción significativa del riesgo de lesiones musculares y articulares. Un cuerpo flexible puede absorber mejor los impactos y responder con mayor eficiencia a movimientos abruptos. Además, al aumentar el rango de movilidad se facilita la ejecución de deportes y actividades diarias. Mantener las articulaciones y músculos elásticos contribuye a una vida más activa y menos propensa a dolores o tensiones crónicas.

Postura del Perro Boca Abajo (Adho Mukha Svanasana)

Ejecución correcta de la postura

Para lograr todos los beneficios del Perro Boca Abajo, es vital prestar atención a una correcta alineación. Las manos deben estar separadas a la anchura de los hombros y los pies a la distancia de las caderas. La espalda debe formar una línea recta desde las muñecas hasta la cadera, evitando encorvar la columna. Mantener los talones hacia el suelo y las rodillas levemente flexionadas al principio puede ayudar a quienes tienen mayor rigidez en los isquiotibiales. La respiración profunda durante la postura maximiza el estiramiento y relaja las tensiones.

Beneficios para la cadena posterior

El trabajo sobre la cadena muscular posterior es esencial para una buena flexibilidad general. En el Perro Boca Abajo, los músculos de la espalda, glúteos, piernas y pantorrillas se benefician gracias al estiramiento constante y controlado. Este tipo de extensión ayuda a nivelar descompensaciones posturales causadas por el sedentarismo. Además, favorece la relajación de la musculatura paravertebral y mejora la movilidad del sistema articular en la zona lumbar y cervical.

Variaciones para principiantes y avanzados

Adho Mukha Svanasana admite modificaciones que lo hacen accesible tanto a principiantes como a practicantes avanzados. Los menos experimentados pueden utilizar bloques debajo de las manos para elevar el cuerpo, eliminar presión y favorecer la alineación. Quienes buscan un mayor desafío pueden alternar el estiramiento llevando cada talón al suelo de forma individual, intensificando la apertura muscular. Así, esta postura se adapta a cada nivel, incrementando la flexibilidad de forma personalizada y segura.

Flexibilidad en caderas: Postura de la Paloma (Eka Pada Rajakapotasana)

Cómo entrar y salir de la postura

Para ejecutar la Postura de la Paloma de forma segura, empieza desde la postura de cuatro apoyos y lleva una pierna adelante, doblando la rodilla frente al torso. La pierna opuesta se extiende hacia atrás con el empeine en el suelo. Es importante mantener la pelvis alineada, evitando caídas hacia uno de los lados. Al salir de la postura, hazlo despacio y con el control necesario para no forzar la articulación o los músculos implicados.

Alivio de tensiones y apertura gradual

La Paloma es conocida por su capacidad para liberar profundamente las tensiones alojadas en las caderas, pero requiere paciencia. No es necesario llegar a la máxima apertura en cada práctica; progresar poco a poco es clave para evitar lesiones y obtener flexibilización constante. Con el tiempo, los músculos y tendones de la región pélvica ceden y permiten lograr una postura más cómoda y profunda, mejorando la movilidad tanto en yoga como en acciones cotidianas.

Modificaciones con soportes y accesorios

No todos los cuerpos son iguales y, en la Paloma, es frecuente necesitar apoyo adicional para evitar molestias. Utilizar bloques de yoga bajo la cadera o una manta enrollada puede proporcionar la estabilidad necesaria para mantener la alineación y proteger las articulaciones. Estas adaptaciones permiten a practicantes de todos los niveles disfrutar de los beneficios sin forzar la flexibilidad ni comprometer la seguridad de la postura.

Postura del Triángulo (Trikonasana) y flexibilidad lateral

Lograr una buena ejecución de Trikonasana implica cuidar la extensión lateral, evitando colapsos sobre la cadera o el pecho. La pierna delantera se apoya firmemente mientras el brazo superior se estira al cielo y el inferior se apoya en la espinilla, tobillo o en el suelo según la flexibilidad. El giro del torso y la mirada hacia la mano superior abren aún más la caja torácica, lo que facilita el aumento del rango de movimiento y la respiración profunda.

Flexibilidad de columna: Postura del Camello (Ustrasana)

Una de las principales bondades de Ustrasana es su capacidad para abrir el pecho y permitir una respiración más profunda y expansiva. Al llevar los hombros hacia atrás y proyectar el esternón hacia arriba, los pulmones encuentran mayor espacio y la caja torácica se flexibiliza. Esto no solo facilita una mejor absorción de oxígeno, sino que también promueve sensaciones de vitalidad y bienestar, liberando emociones contenidas en la región torácica.

Postura del Niño (Balasana) para relajación y estiramiento

Balasana se utiliza tanto para iniciar la sesión preparando el cuerpo como para descansar entre secuencias exigentes. Su ejecución fomenta el alargamiento de la columna y relaja los músculos de la espalda, especialmente después de posturas de fuerte extensión o torsión. Esta postura invita a soltar la tensión acumulada y bajar la frecuencia cardíaca, facilitando un ambiente mental propicio para seguir explorando la flexibilidad.

Flexibilidad de piernas: El Gran Ángulo Sentado (Upavistha Konasana)

Técnica correcta y puntos de alineación

En Upavistha Konasana, se recomienda sentarse erguidos con las piernas abiertas todo lo posible, pero sin sentir dolor. La espalda debe estar bien alargada, evitando encorvarse hacia adelante. Al inclinarse lentamente desde la pelvis, se favorece el estiramiento de los músculos aductores y la elongación de la columna. Mantener los pies activos y llevar la atención a la respiración profunda ayuda a mantener la postura de forma cómoda y eficaz.

Beneficios para la zona lumbar y pelvis

Esta postura no solo abre la parte interna de los muslos, sino que también trae alivio a la zona baja de la espalda y mejora la movilidad de la pelvis. Es especialmente útil para quienes pasan mucho tiempo sentados y desarrollan rigidez en caderas o espalda baja. Además, estimular el suelo pélvico fortalece músculos poco trabajados, lo que puede ayudar a prevenir dolencias futuras y aumentar la estabilidad.

Estrategias para avanzar en la flexibilidad

La progresión en Upavistha Konasana puede lograrse utilizando soportes como bloques bajo las rodillas o las manos para mantener una alineación segura. Mantener la postura durante varios minutos, combinado con respiraciones largas, promueve una apertura gradual. Evita forzar la inclinación hacia adelante; es preferible trabajar en mantener la espalda larga y aceptar el rango de movimiento actual, avanzando paso a paso en cada sesión.

Construyendo el equilibrio desde la base

El secreto de una buena Vrikshasana es la sólida conexión con el suelo a través del pie de apoyo. Los músculos de la pierna trabajan intensamente para estabilizar el cuerpo, mientras que el pie opuesto descansa suavemente sobre la cara interna de la pierna o muslo. Esta contracción y alargamiento simultáneos aumentan la flexibilidad y la fuerza en tobillo, rodilla y cadera, permitiendo una postura erguida y segura.

Apertura de caderas y estiramiento suave

Colocar la planta del pie sobre el muslo o la pantorrilla, evitando la rodilla, permite abrir progresivamente la cadera externa. El estiramiento suave de los abductores favorece el aumento de flexibilidad sin sobrecargar las estructuras articulares. La elevación de los brazos y la alineación de la columna añade un desafío extra, promoviendo el alargamiento y la sensación de ligereza en todo el cuerpo.
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